domingo, 13 de septiembre de 2015

Cuando vuelva para no marcharme

Cuando yo me vaya , no quiero que llores, quédate en silencio, sin decir palabras , y vive recuerdos , reconforta el alma. Cuando yo me duerma, respeta mi sueño; por algo me duermo, por algo me he ido. Si sientes mi ausencia, no pronuncies nada, y casi en el aire, con paso muy fino, búscame en mi casa , búscame en mis libros, búscame en mis cartas, y entre los papeles que he escrito apurada.
Ponte mis camisetas, mi sweater, mi saco y puedes usar todos mis zapatos. Te presto mi cuarto, mi almohada, mi cama, y cuando haga frío, ponte mis bufandas. Te puedes comer todo el chocolate y tomarte todo el licor que dejé guardado.
Escucha ese tema que tanto me gustaba, usa mis perfumes y riega mis plantas.
Si tapan mi cuerpo, no me tengas lastima, corre hacia el espacio, libera tu alma, palpa la poesía, la música,  el canto y deja que el viento juegue con tu cara. Si me extrañas mucho, disimula el acto, búscame en los niños, el café, la radio, y el sitio en el que me ocultaba.
No pronuncies nunca la palabra muerte. Aveces es más triste vivir olvidado que morir mil veces y ser recordado. Cuando yo me duerma, no me lleves flores a una tumba amarga, grita con la fuerza de toda tu entraña que el mudo está vivo y sigue su marcha.
La llama encendida no se va a apagar por el simple hecho de que no esté más . Las personas que "viven" no se mueren nunca, se duermen de a ratos, de a ratos pequeños, y el sueño infinito es solo una excusa. Cuando me vaya extiende tu mano, y estarás conmigo sellada en contacto, y aunque no me veas, y aunque no me palpes, sabrás que por siempre estaré a tu lado.
Entonces, un día, sonriente y vibrante, sabrás que volví para no marcharme.

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