En mis oídos ya no suena tu voz, y me he desviado del camino por que ya no esta tu eco guiándome. Mis risas sin motivos, mis lagrimas, mi tranquilidad, mis tormentos y mis noches de desvelo, simplemente desaparecieron. Tenía que dejarte ir.
Ya de nada me sirve imaginarte, es en vano luchar por los recuerdos, que son míos, por que a mi me duelen. Por mas que lo evito, aún me dueles.
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