Entre sus brazos encontré la paz que necesitaba en ese momento, jamás nadie me había reconfortado de tal manera como lo hacia el. Cada caricia y cada beso volvió a llenar mi alma vacía. Y fue allí cuando me di cuenta de que estaba jodidamente enamorada, y jamas había dejado de estarlo.
Amo cada una de sus perfectas imperfecciones, lo amo a el, tal y como es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario