Y llegó el momento, no había entrado en razón, hasta que sentada en tu cama te observaba armar tus maletas, y créeme que no se como hice para disimular el tormento de sentimientos que había dentro de mi. He estado tratando de mantener algún que otro lagrimón que se quería asomar las veces que te abrasaba o que hablábamos de tu partida. Es que nunca me hubiese imaginado sin ti y esa manera loca de ser que amo tanto.
Fuiste mi pilar, mi confidente. Te convertiste en una hermana-madre, me cuidaste estando enferma, me levantaste cuando nadie mas pudo hacerlo, fuiste mi luz cuando todo en mi era obscuridad. Pero hay algo por lo que te voy a estar eternamente agradecida, y es por quererme y aceptarme como realmente soy con todas mis virtudes y mis miles de defectos.
Cuatro años de muchas cosas, millones de momentos compartidos tanto buenos como malos, risas y llantos, bailes (¡y que bailes!), borracheras incontrolables, noches de películas y comidas , madrugadas, tardes y noches llenas de conversaciones que no terminaban hasta que alguna de las dos o ambas caíamos rendidas contra la almohada. Abrazos, sonrisas y miradas cómplices donde tu y yo creamos esa especie de telepatía.
Gracias por ser vos, por permitirme formar parte de un pedacito de todo lo que sos. Gracias por todas y cada una de las enseñanzas y momentos vividos.
Te deseo toda la suerte del mundo en esta nueva etapa de tu vida, he visto cuanto has luchado por las cosas que quieres, así que espero que sigas con esa fuerza que tienes siempre, no cambies nunca esa manera de ser que tienes, tu dulzura, tu generosidad, tus modos y todo lo que te conforma por que te van a llevar tan alto como quieres volar.
Nuestra historia no termina acá, esto es un hasta pronto, por que no te creas que te vas a liberar de mi y de mis fantasmitas tan fácilmente!!!
TE AMO MUCHÍSIMO, GRACIAS INFINITAS !!!